La energía solar residencial es el proceso en el que los hogares utilizan sistemas de energía solar para generar electricidad mientras satisfacen las necesidades energéticas domésticas. Los paneles solares se pueden colocar en los techos o en los jardines de los propietarios, donde pueden recolectar directamente la luz del sol y transformarla en electricidad utilizable. Estos sistemas pueden estar conectados a la red, lo que permite vender el exceso de energía de vuelta a la red, o ser independientes de la red, proporcionando una completa independencia energética. Los sistemas de energía solar ofrecen una amplia gama de ventajas, que incluyen la reducción de los gastos asociados con el uso de electricidad, un mayor valor de la propiedad, responsabilidad ambiental, sostenibilidad de combustibles renovables, independencia energética con alternativas de energía de respaldo, y un aumento en el valor de la vivienda. Los avances tecnológicos y las políticas gubernamentales han hecho que los sistemas de energía solar sean más accesibles para la mayoría de los propietarios.