Los paneles solares residenciales están diseñados para cumplir con las necesidades energéticas de un hogar. Están disponibles en diferentes tipos, siendo los monocristalinos y policristalinos los más comunes. Los paneles monocristalinos ofrecen alta eficiencia y una apariencia elegante, mientras que los paneles policristalinos son más accesibles económicamente. Las limitaciones de construcción, como la sombra, el ángulo del techo, el espacio y los márgenes, dictan qué paneles son los más adecuados. Los sistemas solares residenciales pueden reducir los costos de electricidad en hasta un 30%, pagarse a sí mismos con el tiempo y aumentar el valor de la casa mejorando su atractivo visual, proporcionando beneficios dobles para los propietarios.