La química de una batería solar y cómo los consumidores la utilizan dictan en gran medida su duración. Las baterías de ciclo profundo de Plomo-Ácido tienen una vida útil de 3-5 años. Las baterías de Litio-Ion, especialmente aquellas que incorporan la química LiFePO4, pueden durar de 10-15+ años con 2000-5000 ciclos. El uso de buenas prácticas de mantenimiento, como operar la batería dentro del rango de temperatura recomendado, puede extender su vida útil. El empleo de sistemas avanzados de gestión de baterías también optimiza el rendimiento y la vida útil.